viernes, 24 de noviembre de 2006

SANTA CATALINA, ¿ERMITA O IGLESIA?

Hace varios años que disfruto paseando por los alrededores de la ermita de Santa Catalina, más concretamente desde que leí hablar de ella a Don Juan Catalina García. Sóla, en lo alto de una loma, junto al cementerio, no representa ningún interés por su estado de ruina. Unas piedras mal puestas que a duras penas soportan las inclemencias del tiempo.


Según dice Don Juan Catalina García, se trata de una ermita del siglo XIII. En estado de ruina ya a principios del siglo XX, aún mantiene las formas de su antigua planta. Fué la curiosidad, o el aburrimiento que me impulsa a merodear por allí el que inesperadamente despertó en mi el interés por un edificio que aparentemente no tiene mayor importancia que la de haber sido en su día ermita en advocación a Santa Catalina. Pero rondando sus paredes, vemos que se trata de una ermita de planta semicircular cuya orientación, para mayor asombro, es la misma que la del ábside de cualquier otra iglesia o catedral, hacia el este, hacia la luz, hacia la salida del sol. Entonces fué cuando comencé a ver aquella ermita desde un punto de vista mucho más amplio, no como las cuatro piedras dispuestas de forma semicircular, sino como parte de un conjunto dentro del cual probablemente estaba incluida hace ya muchos siglos. ¿Estamos hablando de una de las iglesias más antiguas de la provincia de Guadalajara?. No se puede perseverar sobre ello pero es muy probable que se trate del ábside de la primera Iglesia que, en tiempos de dominación musulmana, se levantó en Alcocer.


¿Por qué se construyó extramuros de la villa?. Durante la dominación árabe de las tierras de Castilla, es sábido que tal y como pasaba en el sur de la península, ambas religiones, cristiana y musulmana, convivían "en paz y armonía". Pero es lógico también que los légitimos habitantes de la antigua villa de Alcocer obligaran a los cristianos a llevar el culto fuera de la villa, al otro lado de su muralla.


Allí, sobre una loma, se contruyó la que probablemente fué una de las primeras iglesias cristianas de Guadalajara, Santa Catalinata de Alcocer. Cuatro piedras mal puestas que no despiertan hoy mayor interés.

martes, 21 de noviembre de 2006

LOS AMORIOS DEL REY SABIO

En la prolífica obra jurídica de don Alfonso X el Sabio, más concretamente en las Siete Partidas, se recopila una extensa normativa acerca de las mujeres. También en su obra literaria, como en "Las Cántigas de Santa María" o en las "Cántigas Profanas", se describe a la mujer de la época así como sus normas de comportamiento. La mujer debía ser recatada, el adulterio debía ser condenado y la sexualidad debería provocarles verguenza. No fue así como actuó el Rey Sabio, que desde joven y posteriormente ya de casado mantuvo relaciones con numerosas mujeres que no iban a ser sus esposas.

Doña Mayor Guillen de Guzmán ocupó un lugar importantísmo para el Rey en sus años más jóvenes. En 1244, fruto de esta relación nace Doña Beatriz de Castilla que más adelante casaría con Alfonso III de Portugal, convirtiéndose en reina de Portugal. El Rey llenó de gracias y mercedes a Doña Mayor, donó el señorio del Infantado que comprendía pueblos como Alcocer, Cifuentes, Salmerón, Valdeolivas, etc. Siempre estuvo pendiente de Doña Mayor hasta su muerte.

Don Alfonso X desobedecería sus propias normas y códigos manteniendo relaciones con Doña Mayor ya en 1243, año en que estaba prometido con Doña Violante de Aragón. Doña Violante era sólo una niña y el Rey cumplía 21 años. Así los años de juventud los disfrutó junto a Doña Mayor hasta el día de su boda en 1249 con doña Violante.

Doña Mayor Guillén no fue la única, ya casado, el Rey mantuvo relaciones con otras muchas mujeres que también le dieron hijos.

lunes, 20 de noviembre de 2006

DON ANDRÉS PÉREZ ARRIBAS

Nos deja Don Andrés Pérez Arribas a los 84 años de edad. El que fuera cura párroco de Alcocer y quién escribió la primera historia de Alcocer en su libro de 1974: "Alcocer, historia y arte". Desde aquí quiero hacer mi pequeño homenaje a este incansable investigador de la historia alcarreña.


Lápiz en mano, recorría cada rincón de la Iglesia de Alcocer anotando cada detalle que guardara algún interés artístico. De esta manera realizó el listado de todas las firmas de los canteros que construyeron el templo, una gran variedad de firmas tanto del románico como del gótico. Fué la Iglesia de Alcocer una de sus pasiones, un edificio que, según Don Andrés, no tenía nada que envidiar a las catedrales.


Así fue el precursor de la restauración que hoy en día lleva con acierto Don Crescencio Saez, nuestro actual párroco. Don Andrés, en su prolífica literatura, escribio libros sobre la historia de muchos de los pueblos de Guadalajara, así podemos hablar de: "El monasterio de Monsalud de Córcoles", "Historia de Torija", "Historia de Jadraque y su Tierra", "Viaje por la Serranía de Guadalajara", etc.


Nació en Valdepeñas de la Sierra, provincia de Guadalajara y curso estudios en Toledo. Ya como sacerdote fue enviado a los pueblecillos de Muriel (1949) y luego a Jocar y Arroyo de Fraguas. Llegó a Alcocer en 1961 y marchó a Jadraque en 1976. Finalmente actuó como vicario parroquial de la concatedral de Santa María la Mayor de Guadalajara y Santiago y se jubiló en 1991.


Nos abandonó el 8 de noviembre de 2006, desde aquí nuestro grato recuerdo hacia su persona.

FELIPE II, RELACIONES TOPOGRÁFICAS DE ALCOCER

Fué en el siglo XVI cuando Felipe II inició la empresa estadística del acopio de todos los datos posibles de aquellas poblaciones y ciudades bajo su mandato. Corría el año 1580 cuando la comitiva llegó a Alcocer en el mes de noviembre comenzando a recopilar, de mano del escribano público Juan Hidalgo, todos aquellos requerimientos enviados por el monarca. Se mantuvieron entrevistas con el Alcalde y con el regidor de la Villa, los señores Julían Carrillo y Martín de Espina respectivamente y el día 14 de noviembre de 1580 llegaron a las siguientes conclusiones (copia literal de las respuestas dadas al escribano público a las preguntas enviadas por el monarca):

1. Al primero respondieron que esta Villa se llama, y el nombre y significacion al llamarse Alcocer no lo saben, porque lo llamaron así por ser el pueblo mui antiguo, y no se sabe que haya tenido otro nombre.

2. Al segundo dixeron: que esta Villa tiene al presente como setecientos Vecinos, y que de cincuenta años á esta parte era de mucha maior vecindad, y que más antiguo de esto no saben sí obo más vecindad, pero que conforme á la anchura que hay dentro de la cerca, parece haber sido pueblo de mucha más vecindad.


3. A éste dixeron: que el pueblo es mui antiguo, y ansí parece por la cerca que tiene por ser muy antigua y estar torreada y hecha de cal y canto, por la parte de dentro, y por de fuera de tapia, y ques público haberlo ganado de los Moros el Cid.

4. A éste dixeron: ques Villa de las que llaman Infantado que tiene el Duque del Infantado, y que no se sabe por su antigüedad que haya dejado de ser Villa.


5. A éste dixeron: que este pueblo se dice ser del Reino de Toledo.

7. A éste dixeron: que esta Villa tiene por armas dos escurpiones juntos, el uno con el otro, que se están mordiendo, y que esta significacion y armas es fama pública que se pusieron por razon que en esto pueblo había muchos Señores y Caballeros, y que entre ellos tenían vandos y enemistades, y que por razon de esto pusieron por armas estos escurpiones.

8. A éste dixeron: ques del Duque del Infantado.

9. A éste: queste pueblo cae en el distrito de la Chancilleria de Granada, y que dista de esta Villa á Granada sesenta y seis leguas.


11. A éste dixeron: que esto pueblo cae en el Obispado de Cuenca, y que dél hasta la Cabeza, ques la Cibdad de Cuenca adonde está la Catedral, hay diez leguas.


13. A éste dixeron: que hacia la salida del Sol hay un lugar que dista una legua buena, y grande por camino derecho, que se llama el lugar de Cadion.


14. A éste dixeron: que hacia el Mediodia hay un pueblo que llaman Alcobujate, y que el camino se tuerce un poco hacia la derecha por estar un rio de por medio.


15. A éste dixeron: que al Occidente hay un pueblo que llaman Córcoles, que está una legua pequeña camino derecho.


16. A éste dixeron: que á la parte del Norte hay un lugar que llaman Millana, que dista una legua. pequeña camino derecho.


17. A éste dixeron: queste pueblo es templado, y que está bajo de la tierra de Cuenca dos leguas, y ques tierra de pocos montes y algo rasa en algunas partes; aunque ay algunos cerros, es de buen temperamento y sano.

18. A éste dixeron: ques mui falta de leñas, y que la principal leña que se gasta es de viñas y olivas, y que el pueblo es de poca caza, y que la que ay son conejos y liebres.

20. A éste dixeron: que á media legua mui pequeña pasa un rio que se llama Guadilla, ques rio caudaloso y tiene una puente hacia el Mediodia y que en él ay mui poco pescado, y que á la salida del sol tiene otro rio pequeño que llaman Riato, queste entra en el rio Guadílla.

21. A éste: que en este pueblo ay dos fuentes principales en la calle principal que son de muy buena agua dulce, y, que ay otra fuente de aguas salobres para que beban los animales, y que en el término hay otras fuentes dulces, pero ninguna notable.

22. A éste: que en este pueblo ay pocos pastos, y que en él ay una dehesa donde están los ganados mayores de Ibierno y verano, que se llaman los Cabezos.

23. A éste: que en este pueblo ay poca labranza por razon del término ser angosto, porque si no es por la parte de la dehesa, por las demás no tiene media legua de término, y que no ay crias sino mui pocas por la razon dicha, y que no hay salinas ningunas, y que se proveen de Armallones y Sahelices.

28. A éste dixeron: ques lugar llano, y que está cercado como está dicho.

30. A éste: que en este Valle comunmente se edifican las casas de yeso y tapieria, y algunas de cal y canto, que para ello se crian materiales en esta Villa, escepto madera, que viene de la Sierra de Cuenca.

33. A éste dixeron: que en este pueblo vivió D. Enrique de Víllena, que se dice que fué Señor de este pueblo, y D. Iñigo de Mendoza, que estubo casado con Doña Contesina de Luna, y Alvaro de Luna, y que las casas de éstos están ya arruinadas y tendidas por la antigüedad.

35. A éste: que en este pueblo se vive de grangerias del campo, principalmente del vino.

36. A éste: que en este pueblo ay un Gobernador y dos Alcaldes hordinarios, el uno de los hijos-dalgos, y el otro del comun.

38. A éste: que en este pueblo ay una Iglesia parroquial, y la advocacion de ella es de Nuestra Señora de la Asuncion, y que es un edificio mui antiguo y fuerte, y en ella está de nuevo hecho un...... y tiene una torre mui insigne, ansí en altura como en edificio, y que ésta é que de su antiguedad es la mayor que ay en el Reyno, y que la dicha torre tiene un chapitel hecho de lata, y con sus bolas, y por vela para saber los aires que corren, está puesto un gallo, y que en la dicha Iglesia ay cuatro beneficios, un curado y tres beneficios simples, y ay seis, prestameras; y que en la dicha Iglesia ay un Cabildo de Clérigos en que ay de ordinario veinte cléricos, donde se dicen las horas de la misma manera que se dicen en la catredal, por tener un Cabildo rico y bien ordenado, y que en la dicha Iglesia se cantan tres capellanias que llaman del Rey, cuya fundacion hizo el Rey D. Enrique el Segundo, que llamaron enfermo, á pediniento y suplicacion de un Contador suyo que fué natural desta Villa, que por nombre quedó con Contador él y sus sucesores, y que siempre y á la continua las proveen los sucesores del dicho Contador á quien las ha de tener, siendo naturales del pueblo, y que ansimisnio ay tres hospitales, los cuales dejó y fundó D.ª Mayor Guillen.

40. A éste: que en la dicha Iglesia ay un cofrecito de plata que embió a ella el Cardenal D. Gil de Albornoz, donde ay en él muchas reliquias, entre las cuales ay un pedazo de Linnum Crucis y una espina de las que pusieron á Nuestro Redentor.

43. A éste: que en esta Villa ay un Monasterio que llaman Santa Clara, cuia fundacion dicen fué de la Reyna D.ª Blanca, en el cual ay entierro de D.ª Maior Guillen cuia hija fué D.º Beatriz Garcia, Reyna de Portugal, que en el dicho Monasterio ay y se canta cuatro Capellanias que llaman del Rey, que son de la misma fundacion de las contenidas en el capítulo 38, porque son siete las que fundó el dicho Señor Rey D. Enrique, las cuales se cantan las tres en la Parroquia, y las cuatro restantes en el dicho monasterio, y que ansí mismo ay otro monesterio de Frailes Franciscos, el cual se edifica agora por haberse trasladado media legua de la dicha Villa á ella que estaban dentro del término, y que habrá en el dicho monasterio veinte frailes, y en el Monasterio de las Monjas cuarenta Religiosas.=Julian Carrillo.=Juan Alarcon.=Juan de Tabira.=Luis Carrillo.=Martin Despina.=Alonso de Huerta.=Ante mí: Joan Hidalgo, Escribano.

E yo el sobrediclio Joan Hidalgo, Escribano público de la dicha Villa de Alcocer, aprobado por los Señores del Consejo de S. M. que á lo que de mí se hace mencion é por ende fice aquí este mi signo tal. En testimonio de verdad.=Joan Hidalgo, Escribano.=Sin derechos.

viernes, 17 de noviembre de 2006

ALCOCER, ANTIGUA FORTALEZA

Corría el siglo X cuando se iba erigiendo en la pequeña aldea de Alcocer una gran fortaleza. Años atrás, alquería en la que la agricultura y la ganadería daban sus mejores frutos, las continuas conquistas cristianas obligaron a los almohades a levantar murallas de cal y canto que se abrían en grandes puertas hacia los cuatro puntos cardinales. No se podían permitir perder la plaza de Alcocer ya que era via estratégica en la conocida como marca media que delimitaba la frontera entre árabes y cristianos. Así, Alcocer se convirtió en plaza fuerte.

Bajo sus calles se oradaron túneles y pasadizos, aún hoy en pié, para dirigir las aguas y, en tiempos de asedio, para la defensa.

Se construyeron 5 puertas de entrada a la fortaleza, la de Huete o más tarde conocida como de Alvar Fañez, la de Pareja, Cuenca, Millana y otra más que daba entrada directa al Alcazar. Hoy sólo se conserva el arranque del arco de la puerta de Huete y parte de la base de apoyo de la puerta de Pareja.

Aún hoy se observan vestigios de una antigua torre de defensa. Se trata de la misma torre de la Iglesia hasta los 10m de altura. Una construcción contudente de 2,15 metros de espesor que en tiempos vigilaba los pasos por el Guadiela.

Al menos hasta bien entrado el siglo XVI la fortaleza y las puertas se mantuvieron en pié, así lo atestiguan las Relaciones Topográficas de Felipe II. A comienzos del siglo XX, la única puerta que quedaba intacta era la de Millana (ver foto 1909) y de la muralla sólo nos quedan pequeños vestigios.

Ya en manos Cristianas, Alcocer fue perdiendo su carácter defensivo a medida que avanzaba la reconquista.

ALCOCER EN EL SIGLO XVIII, CATASTRO DEL MARQUÉS DE LA ENSENADA

Corría el año 1752, nuestro monarca Fernando VI, que reino entre 1746 y 1759, ordenó que se realizasen una serie de averiguaciones a petición de su ministro Ensenada. Estas averiguaciones tenían por objeto sanear la hacienda pública. Eran tiempos de guerras y los gastos superaban con creces a los ingresos. Las averiguaciones consistían en realizar una relación de todas las personas que formaban la corona de Castilla, así como de sus familias, fincas e incluso hipotecas contraidas con objeto de llevar un control exhaustivo de la hacienda real.

Así, el 4 de julio de 1752, la comitiva encabezada por el juez delegado don Francisco Javier Pérez llegó a Alcocer a las 12 de la mañana poniéndose manos a la obra. Se dictaron edictos para que todos los habitantes de la villa hicieran juramento de todos sus bienes, fincas y familia. El 16 de octubre, concluido el trabajo, salieron de Alcocer hacia Guadalajara, ciudad a la que arribaron a las dos de la tarde del día siguiente.

Dentro de este "censo" se hace una relación detallada de todos los habitantes de Alcocer así como de sus oficios. Por ejemplo, por aquel entonces el médico titular era Don Manuel Campos, Joseph Chelva el cirujano, Atanasio Galindo y Julian Casero panaderos, Manuel Bonillo tendero de aceite y pescado y así una lista completísima con todos y cada uno de los vecinos de Alcocer.

Los bienes propios de que Alcocer disponía en el siglo XVIII eran los siguientes:
  • Una casa cárcel y sala Capitular.
  • Otra casa-carnecería en la quadrilla de la iglesia, donde dicen el coso.
  • Otra en igual sitio, que sirve de Pósito.
  • Dos solares en el Coso y calle Real.
  • Un pozo de nieve en las eras de la Puerta de Cuenca, que por quinquenio produce al año 200 reales, los que se aplican en limosna de misas para las ánimas del purgatorio.
  • Dos artes de fabricar aceite, que al año se arriendan con sus pertrechos y producen 546 reales.
  • Tres hornos de pan cocer: el uno en la quadrilla de Millana y los otros dos en la de Pareja, que producen al año 638 reales.
  • El Monte de los Cabezos, que se arrienda para pastos y produce el arriendo al año 7.750 reales.
  • Un pedazo de rebollar, llamado Monte Llano, que se guarda para que medren sus retallos.
  • El derecho de la Almotaceneria y peso que se arrienda en 814 reales.
  • Los cuatro oficios de escribano.
  • Una casa-mesón, propia de don Juan Alberto García Hidalgo, que renta al año 200 reales.
  • Otra casa-mesón, propia del Convento de Santa Clara, que renta 180 reales cada año.
  • Una taberna pública que se haya en la casa del que la sirve y se arrienda por carga concejil, de la que cobra moderados derechos por razón de Millones, Alcabalas y Zientos.
  • Otras tabernas en casa de los cosecheros que por menor venden a temporadas, cobrando el Concejo por derechos 234 reales.
  • Una tienda de pescado y aceite, en casa del que la arrienda, quien paga por ello 680 reales y tres maravedís.
  • Un hospital para pobres transeúntes. (Fº 54 al 60).

También se detallan en el catastro las relaciones de religiosas y religiosos que habitaban sendos monasterios de Alcocer, el de Santa Clara y el de Nuestra Señora de los Ángeles. Ascendían a más de 90 religiosos entre ambos sin tener en cuenta los vecinos que trabajaban a su servicio.

Para terminar, aquí os detallo literalmente los oficios y habitantes de Alcocer en 1752:

"Don Manuel de Campos, médico titular. Don Ignacio Ramírez, médico sin partido. Joseph Chelva, cirujano. Manuel Chelva, sangrador, hijo del anterior. Don Antonio Sibelo, abogado. Don Félix Vallesteros, escribano real y de número de esta villa. Don Francisco Cervigón, como el anterior. Don Juan Astudillo, como el anterior. Antonio de Juste, sacristán. Agustina Hontanillas, viuda de Pedro Sibelo, boticaria. José Sibelo “cuida de la cuñada y de la botica”. José Sandoval, mancebo. Bernardo y Alonso Notario, molineros. Juan García y García, molinero. Juan García, criado del molino, Andrés Fernández, Juan Sanabria, Juan Rincón, Joseph Escamilla, Joseph Santiago, Joseph Crespo, Joseph Tovar, Juan Blanco, Silvestre Ortiz, horneros. Atanasio Galindo y Julián Casero, panaderos. Juan Ibarra Malo, confitero. Pedro Tarro, ordinario de la villa. Atanasio Galindo, como el anterior. Julián Casero, panadero. Francisco Guindo y Juan Ruiz, mesoneros. Eusebia de Oliveros, oficiala de la Carnecería pública. Diego Bonillo, Juan Ayllón y Joseph Ayllón, sacadores de yeso. Francisco Plazo, vendedor de la renta del tabaco. Pedro Guindo, estanquero al por menor. Miguel Bindel, tabernero concejil y torero de a píe, ganaba como torero 50 ducados anuales. Manuel Bonillo, tendero de aceite y pescado. Don Marcelo García Hidalgo, obligado de carnes de Alcocer y Valdeolivas. Bernardo Arnao, como el anterior. Sebastián Canora y Juan Canora, hortelanos. Manuel Domínguez, Francisco Plaza, Diego Palomo, Carlos Morales, Juan Bachiller, Francisco Ballesteros, Cristóbal Cervigón y Cesáreo Manzano, arrieros. Francisco Quesada el menor, tratante de mulas. Francisco Cervigón Martínez, tratante en azúcar y pescado. Juan Ruiz, “Tratante en azafrán, pescado, paños y lo demás que le sale”. Francisco Ecija, Diego Martínez, Sebastián Cabeza, y Matías Cabeza, tratantes de ganado. Juan Gálvez, tratante en esporeria, jabón, cabestrería, y otros géneros menores. Joseph Ramón Notario, maestro de niños. Don Gregorio Ballesteros, preceptor de gramática y presbítero. Joseph Miguel Galindo, escribano. Pedro Galindo Ocaña, Herrero. Diego Bonillo, oficial del herrero. Miguel Sierra y Jerónimo Ribera, sastres que no ejercen por hallarse impedidos. Juan Francisco Bonillo, Francisco Bonillo, Juan Guindal, Manuel García, sastres. Juan Joseph Bonillo y Antonio Bonillo, oficiales de sastre. Miguel Tobar, Joseph Tobar, Juan Martínez, Andrés López, Matías Martínez, Francisco Martínez, Joseph Pérez Tarro, Julián Tarro, Jerónimo García, Ramón Domínguez, Pedro Málaga, Jerónimo, Pedro y Pablo Tarro, tejedores de lienzo. Juan Grande, Antonio Martínez, Juan Francisco Tarro, Tomás de Málaga y Miguel Tarro, oficiales de tejedor. Juan García Zúñiga, maestro herrador y albéitar con un jornal diario de cinco reales. Lucas del Castillo, su oficial. Joseph Quesada, Antonio Quesada y Manuel Alcántara, zapateros de viejo. Gabriel Nieto, Sebastián Ecija y Francisco Quesada, maestros de obra prima. Juan Gálvez y Antonio Vivar, maestros de carpintería, con un jornal diario de 6 reales. Julián Martínez, oficial de carpintero. Joseph de Castro, maestro tornero. Joseph Blanco y Julio de Rata, cardadores y sacadores de estambre. Juan Bonillo y Manuel Alcántara, rastrilladores de cáñamo. Pedro Palomo, aperador de arados. Francisco, Miguel y Pedro Castro, albañiles, con un jornal de cinco reales. Miguel de Castro, albañil, impedido. Juan López Medina, Joseph Garrido, pastores de ganado lanar. Francisco Fernández y Juan Blanco, pastores del ganado de labor y cerril de los vecinos".

SAN FRANCISCO DE ASÍS EN ALCOCER

Dicen los escritores que han tratado el tema de la llegada de San Francisco de Asís a España, que vino allá por los años 1213-1214. Contaba San Francisco entonces 31 o 32 años de edad y sólo llevaba 6 de apostolado. En un afán eufórico de evangelización, probablemente causado por la victoria el año anterior contra los musulmanes. Amenazada la cristiandad hispánica, que ocupaba la mitad septentrional de la península, por la nueva oleda venida de Africa, acudieron a la llamada numerosos obispos y caballeros del otro lado de los pirineos para sumarse a las tropas de los reyes de Aragón, Navarra y Castilla, en aquella trascendental y decisiva batalla de las Navas de Tolosa, en que quedo aniquilado el emperador de los almohades, Mohamed ben Yacub. Un año después, o acaso antes, viene a España San Francisco, camino de Marruecos con el objetivo de predicar el evangelio de Cristo, tal y como nos dice Celano en su "Vida de San Francisco".

Vino realizando el camino de Santiago, una vez visitado el sepulcro del Apostol se encamino hacia el sur de la península camino de Marruecos apareciendo en Huete, muy alejado curiosamente de la ruta compostelana. Allí fue acosado por los judios, a los que sin éxito trato de convertir a la fe cristiana, provocando su huida y tal y como dice la tradición vino a refugiarse a San Miguel del Monte, aldea próxima a Alcocer en la que posteriormente Doña Mayor Guillen fundara su monasterio.

Habla pues la tradición de la presencia de San Francisco de Asís en este lugar y así lo demuestra el hecho de que se fundará poco tiempo después un Convento de Clarisas venidas de Italia, del monasterio de San Damián de Asís por disposición de Santa Clara en 1252, un año antes de su fallecimiento.

jueves, 16 de noviembre de 2006

¿DONDE ESTÁ EL SEPULCRO DE DOÑA MAYOR?

Existen muchas conjeturas acerca del destino que sufrió el sepulcro de Doña Mayor Guillen, en Alcocer. Unos piensan que durante la Guerra Civil española fue quemado junto con otras muchas obras de arte que albergaba el convento. Es muy probable que esto ocurriera así, no obstante, durante la guerra civil, vinieron a España numerosos agentes de museos estadounidenses, a comprar o a "rapiñar" todo aquello que podían. Esta puede ser otra hipótesis válida, situaríamos entonces el sepulcro en algún lugar de Estados Unidos, alguna casa particular o museo, no lo podemos saber. El caso es que las religiosas, desde la misma muerte de Doña Mayor, demostraron una gran devoción hacia su fundadora. Una devoción que mantuvieron hasta el abandono del convento en 1936. Es difícil creer que las religiosas, después de tantos siglos de fidelidad y de finos cuidados hacia el sepulcro, abandonasen así la momia de su fundadora.

Ya comenzada la Guerra Civil, las monjas sabían que su situación era extremadamente peligrosa, más tarde o más temprano deberían abandonar el convento para refugiarse en algún sitio seguro. Así, avisadas por algunos vecinos de la villa de Alcocer, una noche, sin previo aviso, huyeron dejando atras siglos de historia. Me aventuro a imaginar aquellos momentos y pienso que si ya estaban sobre aviso, tomarían las medidas necesarias para la protección de su fundadora. Es probable que escondieran únicamente la momia de la fundadora ya que el sepulcro era de grandes proporciones (más de 2 metros largo); pero podemos aventurar también que se hiciera lo mismo con el sepulcro. Por otro lado támpoco queda ninguna religiosa viva que pueda contárnoslo, tampoco sabemos si alguien lo preguntó.

Entonces, ¿donde puede encontrarse el sepulcro y la momia de Doña Mayor Guillen?. Lógicamente no podemos saberlo, quizás se encuentre escondido en alguna de las bodegas o pasadizos que posee el convento; aún así, la mayoría de estas grutas, propias del antiguo alcantarillado árabe, se encuentran intransitables debido a la construcción de nuevas viviendas y al paso de los años.

Para concluir, creo firmemente que las monjas no fueron capaces de abandonar a su suerte a la fundadora y más sabiendo el destino que la esperaba. Tomarían las medidas necesarias para impedir que sufriera daño alguno, quizás con la idea de algún día volver a rescatarla, quién sabe.